“Crear contrapoder” es la premisa de la artista Núria Güell, ganadora del Premi Internacional d’Art Contemporani Diputació de Castelló convocado por el Espai d’Art Contemporani de Castelló (EACC) con su obra Ayuda Humanitaria (Cuba-España 2008-13). Charlamos con ella unas horas antes de que inaugure su próxima -como a ella le gusta llamarlas- “acción” en el EACC, la Oficina de Rescate Invertido, y no es algo casual que las llame así. Se podría decir que el arte que crea Núria y al que, nunca mejor dicho, da vida son una respuesta inmediata a la situación actual, a todo aquello que nos rodea: “El trabajo que yo hago pienso que tiene que estar a la misma altura que la situación en la que estamos inmersos”.
Todo empezó cuando hizo su primera exposición personal en la que mostraba todo aquello que había aprendido en la universidad. Ese mismo día se dio cuenta de que su arte y su manera de trabajar iría en otra dirección. Ella estaba contando su historia cuando hay otras muchas cosas que nos afectan a todos y de las que se debería hablar. Así que decidió empezar a hacerlo: “En aquel momento lo que me pasó es que me di cuenta de la responsabilidad que tienes cuando tienes voz pública, porque ser artista es eso”. De esta manera aflora una nueva vertiente en Núria en la que empezó a “hacer lo que me da la gana, me da igual si es arte o no es arte”. Y así nació su primera “acción”: CaravanaNatura (2006), en la que ofrecía que cualquier persona interesada habitase individualmente en una caravana instalada en un bosque, totalmente alejada del contacto con la urbe, sólo con uno mismo; con la posibilidad de registrar tu paso por esta caravana gracias a una cámara fotográfica, de vídeo, un bloc de notas y una grabadora. Y eso era lo que después se mostraba.
Aplicación legal-moral desplazada, así nombra la propia artista a su método de trabajo: “Es coger una ley o una manera de entender la moral y aplicarlo en la dirección opuesta”. Es sencillo, o por lo menos ella hace que parezca sencillo. ¿Que existe una ley que regulan los bancos a partir de la cual tienen potestad para crear dinero como deuda? Pues Núria en A.L.D #1 Reserva Fraccionaria (en el que participaron Lucio Urtubia y Enric Duran) te enseña de qué manera poder expropiar dinero a las entidades bancarias, es decir, “aplicar la misma ley a la inversa”. Todos sus proyectos tienen una gran carga social y polémica. Destapar y dar la vuelta al sistema de poder no es fácil pero sí necesario: “Me interesa ocupar el arte porque al final es una plataforma para ocupar otros lugares de discurso, de enunciación, que de otra manera no podría ocupar”.
“Lo que hago con mis obras es como una cebolla que tiene diferentes capas. Mi barómetro son mis amigos que nunca han entrado en un museo y que se conecten y entiendan la obra; y que los directores de museo, especialistas y críticos del mundo del arte que le puedan sacar sus capas de lectura”. “Es una cuestión de lenguaje y de contenidos”, es decir, hablar de temas cercanos que a la gente le interesen y les ‘toquen’: “Aunque tengas toda una sofisticación conceptual detrás, que haya una base que todo el mundo pueda entender”. Esta estrategia a la hora de trabajar también es la que piensa que es necesaria aplicar en el mundo del arte para alejarlo de esa idea elitista y acercarlo a todo tipo de público: “Siempre se ha utilizado un lenguaje muy elitista, que hace normal que la gente, si no está formada en este lenguaje, no vuelva”. Y de esta manera conseguir, o por lo menos intentarlo, que la cultura no desaparezca, por muy difícil que se le pongan las cosas: “El tema de la cultura a mí me parece que está claro: si tienes una sociedad inculta es mucho más fácil manipularla, y eso es lo que está pasando”.
Ayuda Humanitaria (Cuba-España 2008-13), Premio Internacional EACC.
Las obras de Núria están cargadas de un significado artístico y social muy importante. Lo mismo ocurre con su pieza Ayuda Humanitaria (Cuba-España 2008-13), que formaba parte de la pasada exposición del EACC 5×5 Castelló 2013. Premi Internacional d’Art Contemporani y con la que se hizo con dicho premio valorado en 30.000 euros. “Es una relación entre dos personas, pero es la misma relación que entre los países que se creen que son del primero mundo con los países en vías de desarrollo, al final siempre hay un condicionante: yo te ayudo y te mando ayuda humanitaria, pero tú me dejas seguir explotándote”. Y a partir de esta idea es con la que juega Núria en su pieza: “La ayuda humanitaria nunca es ayuda humanitaria. Primero hay un interés de recursos y segundo hay un interés de ‘somos los mejores’”.
Así que Núria, que en ese momento estaba estudiando y viviendo en La Habana, empezó a dar forma a esta Ayuda Humanitaria. La idea surgió cuando sus padres, que fueron a visitarla, la invitaron a cenar a un restaurante «turístico». Lo vio claro: “Había una pila de mesas de señores mayores con muchachitas cubanas jóvenes”; a partir de ese momento empezó a desarrollar su idea: “La relación de poder en función de la nacionalidad. Lo que hice fue reproducirlo en la estructura del proyecto, en la narrativa”, buscando ver de qué manera “las leyes de extranjería acaban modificando la conducta del sujeto. En este caso, en Cuba, yo creo que han desarrollado toda la labia de enamorar al otro como una estrategia de supervivencia”. ¿El siguiente paso? Se ofreció como esposa a cualquier cubano que buscase la nacionalidad española, a través de una especie de concurso en el que, los interesados, tenían que enviarle una carta de amor y, el que escribiese la mejor, sería el que se casaría con ella.
Las encargadas de seleccionar al candidato fueron tres jineteras (prostitutas): “Son la otra cara de la moneda”. El elegido fue Yordanis, que se convirtió en su marido –del que ya está divorciada- y que debía estar a su total disposición mientras durase su matrimonio, mientras, ella se encargaría de todos los trámites y de que él consiguiese la nacionalidad (cosa que hizo). Un matrimonio de conveniencia que utilizó para mostrar las similitudes de las relaciones entre países ricos y pobres: “Yo les decía: me caso contigo y te llevo a España, pero tú tienes que estar a mí disposición para cualquier cosa que yo te pida durante el tiempo que estemos casados y hasta que tengas la nacionalidad. Luego, una vez aquí, yo no quería explotarlo ni nada, pero él no lo sabía y firmó el contrato”. Puede que una de las cosas que más llame la atención sea la propia reflexión de Yordanis una vez consiguió la nacionalidad y conoció “el sueño rosa de Europa que en verdad no es lo que parece”. Su idea es conseguir llevar este proyecto a Cuba y mostrarles la realidad.
Cinco años fue lo que duró este matrimonio convertido en arte: “Ahora es una persona más dentro de mi círculo de personas cercanas. Pasa lo mismo con los presos que me ayudaron (se refiere a su acción A.L.D. #3: F.I.E.S., en la que mostraba dibujos, cartas y poemas de estos presos que están en régimen de especial seguimiento y que son torturados), Enric Durán, El Solitario, María (una refugiada política de Kosovo),… «Cuando no hay una separación entre tu vida y tu trabajo, todo se mezcla, es como aprender de los otros”. Y, es que, esta es otra de las características de su trabajo, no existe una línea entre su vida personal y sus proyectos, un apartado forma parte del otro: “Me invento acciones a realizar y, entonces, a través de mi cuerpo, mi actitud y mi vida las llevo a cabo. Siempre me afectan en mi vida real, no tengo un límite que divida lo que es ficción de lo que es realidad, sino que todo se mezcla”. Esta manera de funcionar la aprendió durante su formación en Cuba: “Hasta el límite, lo que sea” y sin importarle el riesgo. Como le decía su profesora, la artista cubana Tania Bruguera: “Todo lo que sea por la pincha (los proyectos)”.
La Oficina de Rescate Invertido de Núria Güell.
La artista catalana vuelve ahora al EACC, pero esta vez para “utilizar las estrategias o la ingeniería financiera que ha usado el Gobierno para convertir la deuda privada en deuda pública”. Esta particular oficina forma parte de la exposición colectiva 7.000.000, proyecto comisariado por David Arlandis y Javier Marroquí que se inauguró la semana pasada y permanecerá abierto al público hasta el 27 de abril.
“Se trata de una oficina donde hay una activista de Castellón que hemos contratado, que estará atendiendo y asesorando a la gente sobre las diferentes estrategias para recuperar el dinero que los bancos y el Estado nos han estafado a través del rescate”. En esta oficina se darán herramientas a gente que vaya a ser desahuciada, que esté endeudada, afectada por las preferentes o únicamente quieran decidir a qué quieren destinar sus impuestos: “Contaremos a la gente cómo hacerlo. Que la gente pueda decidir”. Pásate por la Oficina de Rescate Invertido hasta el 27 de abril (horario de martes y miércoles de 17.00 a 19.00, jueves de 11.00 a 13.00 y viernes y sábado con cita previa en oficinaderescateinvertido@riseup.net), y descubre cómo invertir el dinero de tu declaración en lo que verdaderamente quieres. Una vez más, el contrapoder de Núria Güell.
Y, mientras la Oficina de Rescate Invertido funciona, la artista sigue con sus acciones: “Tengo diferentes ideas. Quiero crear un banco en un paraíso fiscal y hacer una movida con eso. Otro proyecto con refugiados políticos en España para alertar de la responsabilidad que tenemos relacionada con la situación que ahora tiene esta gente”. En definitiva, seguir creando contrapoder. Si quieres conocer más de la artista y de sus “acciones”, te invitamos a que visites su página web o que pases por el EACC para ver su oficina y el resto de piezas que la acompañan en 7.000.000: “Tengo esperanzas en que logremos con esta exposición crear más vínculos con el tejido social de Castellón”.