Es uno de los temas que mejor compendia muchos de los sonidos, atmósferas y silencios que tiene el disco homónimo de Les Deesses Mortes, situado en el segundo corte para marcar el tono. Una sencilla canción pop que evoluciona inesperadamente por derroteros psicodélicos y oníricos, dibujando ese paisaje celestial que tiene el álbum en algunos momentos. Ramon Godes y Alejandro Royo serán los encargados de llevar “Els Enemics” al directo el próximo sábado 16 de febrero a las 20.00 en el Paranimf de la Universitat Jaume I dentro del minifestival de homenaje al disco Els altres canten Les Deesses Mortes. Y lo harán con una colaboración inédita y exclusiva para la ocasión, la de la cantante y guitarrista de Loplop, Sara Ledesma, en uno de los encuentros más enigmáticos y esperados de la cita: el del folk-jazz instrumental de aromas mediterráneos elaborado desde la experimentación y la madurez con la espontaneidad pop de una joven y prometedora cantante. Guitarra española, contrabajo y voz.

“Els Enemics”

L’esforç titànic
s’enfonsa en la nit,
pren bona nota,
jo sóc l’enemic.

La ficció era tan real
com havia imaginat,
mentre tu calmaves.

Les gentades i els obstacles,
les mirades i els problemes,
sota l’herba de les cordes,
sempre teues, sempre tenses.

Maldestres insectes
porten sense saber
caixes de queixes
que haurem d’heretar.

Les gentades i els obstacles,
les mirades i els problemes,
sota l’herba de les cordes,
sempre teues, sempre tenses.

La fricció era tan real
com havia desitjat,
mentre tu calmaves. 

“Els Enemics”: El esfuerzo titánico se hunde en la noche, toma buena nota, yo soy el enemigo. La ficción era tan real como había imaginado, mientras tú calmabas. Las multitudes y los obstáculos, las miradas y los problemas, bajo la hierba de las cuerdas, siempre tuyas, siempre tensas. Torpes insectos llevan sin saber cajas de quejas que tendremos que heredar. Las multitudes y los obstáculos, las miradas y los problemas, bajo la hierba de las cuerdas, siempre tuyas, siempre tensas. La fricción era tan real como había deseado, mientras tú calmabas.